El profe Santos, como lo conocían en filas violetas, era mucho más que un entrenador de divisiones juveniles. Estuvo a cargo de la Escuelita de Fútbol creada en 1987, antes de la fusión entre Defensor y Sporting, y fue responsable de la gran cantidad y calidad de futbolistas de la cantera. Marcó una época reclutando del baby fútbol, formando y dirigiendo.
Además de enseñar fundamentos técnicos y las primeras nociones tácticas desde los más chicos hasta el equipo de séptima división, también se encargó de una formación integral que iba más allá de la pelota y que ha sido un diferencial en la institución. De hecho, fue el primero en empezar a pedirles a los jóvenes los carnets de la escuela.
Jugadores como Nicolás Olivera, Maximiliano Pereira, Martín Cáceres, Álvaro González, Giorgian de Arrascaeta, Diego Pérez, Gonzalo Sorondo, Marcelo Romer o Martín Silva, entre muchísimos más, recibieron sus órdenes hasta dar el salto a sexta división, categoría en la que se pasa al Complejo Eduardo Arsuaga de Camino Pichincha.
Santos tenía, además, una historia propia en el viejo Club Atlético Defensor, dado que fue el preparador físico del glorioso equipo que, bajo la dirección técnica del profesor José Ricardo de León, quebró la hegemonía de los grandes en la era profesional y conquistó el Campeonato Uruguayo de 1976.
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